Entre el 8 y el 12% de la población sufre insomnio crónico. Muchos de ellos recurren a los fármacos para solucionarlo, sin antes haberle dado la oportunidad a otros métodos más inocuos y, a largo plazo, más eficaces.
Años atrás, cuando todavía no existía la electricidad y las personas se levantaban al alba y se iban a dormir al anochecer, el insomnio no existía. No fue hasta la irrupción de la luz eléctrica cuando empezaron a registrarse los primeros casos. Desde entonces los problemas de sueño no dejan de aumentar año tras año. La televisión, el ordenador, Internet… han contribuido a alejarnos aún más de nuestro ritmo biológico, sobreestimulando nuestro cerebro y dificultando el sueño. La solución está, por lo tanto, en tratar de relajarnos.
Un ritmo de vida más sosegado
En la gran mayoría de ocasiones, el insomnio aparece como consecuencia de la tensión que hemos sufrido durante el día. Los pensamientos obsesivos (las preocupaciones, los miedos, etc.) dificultan el sueño y empeoran su calidad. Trastornos emocionales como la ansiedad y el estrés también pueden provocarlo. En todos estos casos, es necesario adoptar una serie de pautas para desconectar y conseguir la relajación necesaria para conciliar el sueño.
RELÁJATE
-Baños. Puedes sumergirte en una bañera o bien darte un baño de pies con agua templada y un puñado de sal.
-Ejercicio. Otra posibilidad es dar un paseo después de cenar o hacer un ejercicio suave, pero nunca justo antes de irse a dormir, ya que puede estimular demasiado y dificultar el sueño.
-Lectura. Leer un poco antes de ir a la cama puede resultar muy agradable pero, si notas que te despeja, es mejor que prescindas de ello.
-Bebidas calientes. Tomar un vaso de leche o una infusión antes de acostarse también puede servir de ayuda.
-Escuchar música. Hay recopilaciones especiales con música que induce al sueño. De todos modos, cualquier canción suave puede servir para ello.
-Técnicas de relajación. Los ejercicios de respiración, el yoga, el tai-chi, etc., ayudan a tranquilizar los ánimos y a dormir mejor.
HÁBITOS SALUDABLES
-No duermas la siesta. Si te cuesta prescindir de ella, procura que no supere los 20 minutos.
-Procura que el ambiente sea propicio. La habitación tiene que estar a oscuras (prescinde de los aparatos luminosos como los despertadores eléctricos), silenciosa y a una temperatura moderada. Evita la presencia de aparatos electrónicos, como la televisión o el ordenador.
-Reduce el consumo de sustancias estimulantes, como el café, las bebidas de cola, el alcohol y el tabaco, sobre todo en la segunda mitad del día.
Terapias alternativas
Los somníferos ya no son el tratamiento de primera elección en los casos rebeldes de insomnio. Hoy en día, se prefiere intentarlo antes mediante otro tipo de terapias.
PRODUCTOS NATURALES
ACUPUNTURA
AROMATERAPIA
FLORES DE BACH
HOMEOPATÍA
El medicamento homeopático que se prescribirá será diferente en cada caso, dependiendo de los síntomas particulares de cada persona. Los remedios más utilizados son arsenicum álbum, cuando la persona tiene problemas de ansiedad y perfeccionismo excesivo, belladona, cuando el sueño es muy inquieto con pesadillas, calambres, etc., nux vómica, cuando el sueño es ligero y se despiertan antes de la hora, etc.
LA DIETA QUE AYUDA A CONCILIAR EL SUEÑO APUESTA POR LOS HIDRATOS DE CARBONO. Pan, pasta, arroz… son alimentos que contienen triptófano, un agente inductor del sueño. |
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